La calle desierta como desierta está la vida de quien no se ama
Al fondo un oasis que parece inalcanzable por mis pies que no caminan
El alma perdida buscando esa agua que calme la sed que la soledad produce
Mientras tanto pasan los días yermos de siembra y frutos donde alimentarse.
El cielo gris cargado de nubes formando dibujos macabros
El sol escondido tras esas nubes que parecen no dejar que asome
El corazón en eterno descanso, hibernando después de la decepción
Mientras tanto las horas pasan sin poder parar el reloj de la esperanza.
El aire que respiro se me antoja viciado por la desilusión
No entra el oxígeno a mis pulmones con la fluidez que necesito para sobrevivir
El ahogo que produce su falta nubla mis ojos llenando de oscuridad mi entorno
Mientras tanto, los minutos me dicen que de seguir así dejaré de respirar
No me queda tiempo, se va agotando y no veo el modo de ganarlo
El hastío y la rutina hacen que baje los brazos arrastrándolos por mis caderas
Hacen que las piernas dejen de moverse avanzando en la calle del oasis
Mientras tanto, el mundo no se fija en si estoy viva o estoy muerta
Mientras tanto, el sueño va llegando con un lento sopor que me hace levitar
Mientras tanto, el cielo se abre apartando esas nubes que ocultaban al sol
Mientras tanto, un ciclón de oxigeno va entrando en mis pulmones
Y vuelo...vuelo hacía ti amor eterno...vuelo mientras tanto.
M.J. Lasala
2011
Mira querida; escribes como los angeles, pero eso no quiere decir que tengas que vivir con ellos. Supongo que no es un relato autobiográfico, pero si es asi deja de levitar y deja que el sol entre o salga de entre las nubes a su antojo; no es el quien tiene que marcarte el camino; no es el sol quien ha de acompañarte cada día...
ResponderEliminarEl relato es divino con frases magistrales, solo que deja un sabor agridulce...
Un beso.