Las luces del alba anuncian tu marcha; No pude cerrar los ojos mientras dormías... la pasé mirando tu rostro relajado, escuchando tu acompasado respirar, entretenida en averiguar donde estarían tus sueños mientras descansabas...seguramente volaban en un día brillante de sol, cogido de mi mano paseando frente al mar, parando a besarnos cada pocos pasos, en silencio... saboreando cada segundo del suave contacto...
Abres los ojos despacio, queriendo captar cada detalle que la luz te va mostrando, encuentras los míos y una tenue sonrisa se dibuja en tu boca. Alargas tus brazos pidiendo mi cuerpo y me acerco despacio confluyendo en el tuyo, infinita ternura estremece mi alma, abrasan tus labios al rozar con los míos, minutos que parecen horas, el tiempo se para en armonía perfecta, creando música en cada beso, haciendo pentagramas en nota de sol; Nuestros cuerpos se convierten en trazos y colores sobre el lecho todavía caliente de tu descanso, fundidos en besos, caricias y respiraciones, dibujamos oleajes entre arena, espuma y olas gigantes.
Audaces manos y bocas en sinalefa, sentidos agudizados en cadenciosa armonía suspensa de lo que viene después...
Explosión jubilosa de jadeos al unísono, oleaje en mi cuerpo que termina en estruendo final con la efervescencia de los alterados sonidos saliendo de nuestras gargantas, fusas, semifusas y corcheas forman las notas de la partitura de nuestros sentimientos.
Melodía inacabada, síncopas con interrupciones y oleajes... las luces en la ventana obligan a separar los cuerpos sin haber recogido los besos que siguen al fragor de la batalla vivida en el amanecer melodioso de nuestro amor sin fin...
M.J. Lasala- Marzo 2011
