Con pocas palabras te podría contar
lo que siento en la noche cuando tú ya no estás.
Sin embargo en silencio no digo nada
es hablar sin palabras lo que digo callada.
Nada debo decirte si tú no me escuchas
son tus miedos cuchillos que se clavan despacio.
Mis sentires agujas que te hieren el alma
de mi vida te escapas y no te retengo
a mis besos renuncias por que hoy te dan miedo.
Es muy noble tu ausencia, pero yo no la entiendo
beberás de mis labios, aunque mañana estén secos
te ahogarás en mis sueños, aún sin querer hacerlo
huirás de mi lado, como quien huye del fuego
Pero aún sin quererlo, vivirás en mi vida
deseando ser brasa que derrita mi piel
ansiando ser fuente que calme mí sed…
soñando ser río que recorra mi cuerpo
y morir en el cauce donde confluyen deseos.
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ResponderEliminar...Precioso,...los silencios hablan muy alto. abrazos, Marian
ResponderEliminar...el silencio es tan elocuente y tan fragil...
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