A veces también la noche se ilumina
con un rayo triste que se ve lejano
Y entre destellos de una luna plata
se pierde la vida en recuerdos vanos
Miles de preguntas que nadie responde
olvidar respuestas, sueños y reproches
Es mejor ser ciegos, no mirar atrás
no saber ni cuando, ni como, ni donde.
Y al llegar el alba, fría y sin su luz
caminando a tientas, siguiendo las sombras
Quizá traiga el ocaso sonrisas ansiadas
cerrando los ojos, abriendo puertas